Una noche de enero del 2020 en la vereda La Argentina se vivía una fiesta, los niños y niñas correteaban por el campo mientras las mujeres gritaban de felicidad y guiaban a algunos hombres que se desplazaban hacia una tractomula con palos y herramientas tratando de descargar lo que para el resto de los habitantes era “un cajón grande”.
La calma que hoy se respira en las montañas de la vereda La Argentina, muchas veces fue silenciada por el ruido de la violencia. Sin importar estas duras condiciones, las mujeres de la región dieron vida a aquello que la guerra no pudo eliminar, la resiliencia de sus habitantes, el arraigo por el territorio y el sueño de vivir en una tierra en paz.