Desde Planadas, Tolima, uno de los municipios PDET más golpeados por la pobreza y la violencia, Felipe Eslava, un joven de 26 años sueña con deleitar al mundo con productos hechos a base de cacao.
Planadas es un municipio PDET del Sur de Tolima que se está transformando con la estabilización de los territorios y la reactivación económica del campo. No solo vibra con sus exquisitos aromas de café, ahora en sus veredas y calles, el olor y sabor a cacao empiezan a tomar fuerza.
Ese es el propósito de Luis Felipe Eslava, un joven rural que creó Tradición Campesina, un emprendimiento que quiere conquistar los mercados internacionales, desde una tierra que sufrió la violencia pero que hoy es ejemplo de construcción de paz de la mano de entidades que impulsan la formación para el trabajo y la creación de capacidades empresariales.
La estigmatización que sufrió por ser oriundo de un lugar afectado por la guerra rodeó por varios años la vida de Luis Felipe. “Yo cuando fui a sacar mi cédula preferí ir a Bogotá, para no quedar tildado como guerrillero”, relata el joven de 26 años, quien encontró en el cacao su proyecto de vida.
Felipe vio en su terruño, uno de los 170 municipios que pertenecen a los Programas de Desarrollo con Enfoque Territorial (PDET), los que más golpeados por la pobreza y la violencia, la esperanza para hacer empresa rural y generar empleo.